Estas últimas semanas vivimos practicamente a diario rodeados de este virus, a veces rayando la psicosis, pero… ¿Quién es exactamente este virus? ¿De verdad es tan preocupante?
¿A quien nos enfrentamos?
Lo primero es explicar que los coronavirus son una familia de virus ya conocida que pueden causar en humanos infecciones que van desde simples resfriados hasta cuadros más graves como los episodios de neumonía (nCov2019) que esta causando esta variante tan de actualidad, el Sindrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), que fue descrito en 2002 por otro brote similar al que estamos viendo ahora, también iniciado en China o el Sindrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS). Estos virus pueden afectar también a animales y de ahí pasar al humano. El nombre de esta familia de virus proviene del halo en forma de corona que presentan alrededor de
¿Qué síntomas produce la enfermedad?
Los síntomas que causa son similares a los de cualquier otra infección vírica respiratoria: fiebre, dolor de garganta, tos y sensación de dificultad respiratoria. Al igual que en otras infecciones víricas como la gripe los más susceptibles a sufrir complicaciones graves son las personas de avanzada edad, los pacientes con otras enfermedades crónicas (diabetes, inmunodeprimidos, etc.). En la mayoría de las personas cursará como una infección respiratoria de vías altas.
¿Cómo se transmite?
Al igual que la mayoría de virus respiratorios se transmite por las gotitas de saliva al hablar, estornudar o toser, y necesita un contacto estrecho y directo para que se produzca la transmisión, el aislamiento se consigue con una distancia de 1-2 metros (que es adonde llegan las gotitas de saliva). El otro mecanismo de transmisión es el contacto con animales infectados, pero en esta epidemia parece que esta vía no esta teniendo una importancia significativa y el principal contagio es persona a persona.
¿Cómo podemos protegernos?
Debido a que su transmisión es a través de las gotas de saliva, el principal mecanismo protector es la mascarilla facial, que para que sea efectiva debe cubrir boca y nariz. La otra medida que más nos va a proteger es el lavado de manos, bien con agua y jabón o con soluciones alcohólicas desinfectantes. Las otras medidas de protección van a servir para protegernos del contacto con esas secreciones potencialmente infectadas, como las batas o guantes, especialmente éstos ya que el virus puede quedar depositado en superficies y objetos (botones de un ascensor, teclado de ordenador, dinero, zonas de contacto en medios de transporte…).
¿Disponemos de vacuna o tratamiento actualmente?
No… no hay de momento ninguna vacuna (aunque si se está intentando desarrollar, con lo que es posible que en poco tiempo dispongamos de una vacuna efectiva). El tratamiento es sintomático, en casos leves simplemente con analgésicos/antitérmicos, como paracetamol o ibuprofeno y una buena hidratación, en casos graves si pueden precisar soporte respiratorio (oxígeno en cualquiera de sus formas de administración o incluso ventilación mecánica) o hemodinámico (medidas que facilitan el funcionamiento del aparato cardiocirculatorio).
Y entonces… ¿nos asustamos?
Pues No… evidentemente hay que mantener la alerta, intentar evitar el contagio y la propagación, pero este episodio que estamos viviendo no es nuevo, ya pasó por ejemplo en 2003 con el SARS, cuya mortalidad (10%) a día de hoy es bastante superior al nuevo coronavirus (2-3%), aunque parece que la capacidad para propagarse de este nuevo virus es mayor que en los anteriores.
En resumen, lo esperable es que sigamos viendo como aumenta el número de personas infectadas por el virus, pero en la mayoría se va a comportar como un catarro o una gripe, y si es verdad que hay que tener una especial alerta en los ancianos y en las personas con enfermedades previas, especialmente cardiovasculares, respiratorias o del sistema inmune.